miércoles, 2 de julio de 2014

Charlotte

Hay viajes que no deberían terminar nunca; y gente que no debería levantarse de tu lado, aún  cuando no cruces una sola palabra, ni siquiera una leve mirada.


Charlotte es una chica de piel blanca y mejillas rosadas, cuyo cabello largo y castaño rozaba ciertos puntos con el tinte rubio, su traje negro informal refleja una actitud sin preocupaciones pero comprometida, juvenil quizás…Pero ¿Qué es la juventud?; La juventud es música, y Charlotte era música.



Al subir al transporte pagó su ticket, y aunque habían varios asientos disponibles decidió sentarse a mi lado, quizá por inercia, por casualidad, o porque yo era el único viajero cuya mirada estaba fija en el libro que sostenían mis manos y con un asiento disponible…Bueno, eso quisiera pensar yo, diré que fue la casualidad.

Al sentarse y revisar su teléfono móvil captó mi atención, una imagen animada de lo que parecía ser el cadáver de una novia me reveló un sutil gusto por la animación, interesante, luego acomodó sus audífonos para realizar una llamada, no sé por qué sé esto, mi mente estaba concentrada en el libro…

Luego de un par de calles, noté que ella trataba de leer las páginas que yo cambiaba, y entonces se animó: De su pequeño bolso tomo un libro, que pareció estar dispuesta a empezar a leer; ésta vez era yo el que trataría de leer las palabras de ese texto, con una pequeña limitante: Era un texto en inglés.

Así que en eso estamos, Charlotte ojea un libro en inglés y yo me encuentro con el coqueteo entre August y Hazel, bueno, así vamos hasta que a nuestro querido conductor le parece ideal subir el volumen de la música, lo cual no me limita a mí, pero si a mi compañera, un idioma extranjero requiere una mayor concentración. Así que el viaje continúa, y nuevamente me pierdo en mis letras,  hasta que noto a Charlotte tratando de ver la portada de mi libro, así que decido cerrarlo disimuladamente para que ella lo note.

En ese momento ella abandona su lugar; ha llegado a su destino; nuestras miradas no se han cruzado ni siquiera al bajar, no ha habido media palabra siquiera, sé que no volveré a verla, y sé que no sabré su nombre, por ello para mi será Charlotte, sin embargo algo si sé: Que hay viajes que no deberían terminar nunca; y gente que no debería levantarse de tu lado, aún cuando no cruces una sola palabra, ni siquiera una leve mirada.

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