martes, 29 de abril de 2014

Usted, de café es


Juzgue quizás si mi texto es un poco forzado, pero es que éste mes no se puede ir sin despedirse de usted; no tengo el don de la palabra que envuelves con tu piel, ni siquiera el dulce sabor de tus labios con café, tampoco tengo idea de quien coño es Beckett, pero ya sabes que yo en algún momento me quedé con las golondrinas del poema de Becquer.

Entienda usted, que el café de sus ojos se convierte en miel, con mechones o tapabocas igual de bellos se ven; mire con ellos a través de mi piel, tal vez no sea necesario quitar mi Jersey, pues en ellos me encontré una debilidad que nunca imaginé, ¿Volverá a rozarme tu ser? Eso en el fondo lo sé.

Imagine también, que entre café y café un nuevo conteo regresivo empecé…27, 26, 20, 17, un título el 16, el 13 y también el 06; mejor empiezo de nuevo y cuento al revés, ¿Entiende por qué me debo despedir de usted?...Tentación, Arequipe, Batizado, Granizado, Moca y más café, ahora me cuesta entender por qué todo debe rimar otra vez.

Míreme otra vez, y por favor, no se me despegué esta vez, que yo sólo soy un adicto al café, que a su lado cuando el mundo se desplome para sostenerle estaré; un adicto al que entre malabares, telas de araña, limonadas, concesionarios de pollos y un par de naipes pudo sus intenciones usted entrever, que tiene toda la intención de abrazarla envuelta en un corsé.

Y así me declaré, una y otra vez, bajo un cielo celeste, cuando el telón bajó, cuando se acabó la función, cuando no encontramos el pimpón, cuando un murmullo en grito se convirtió; así estaré, entre plumas y café, entre escritos y más café, ¿y por qué no?, tal vez en un crepe también…Ya se debió dar cuenta, que por más que lo intenté, soy capaz de todo, menos de tratarla de ‘usted’.


Ojitos, ojitos mágicos

sábado, 19 de abril de 2014

Muñeco de trapo


Queda uno hecho trocitos
Queda uno hecho retazos
Se vuelve uno un muñeco de trapo

El reloj corre rápido
El reloj corre despacio
Corre el reloj sin cansancio

El camino recorrido miro
Escondido en lo más profundo de un oculto libro
Deseando del pasado un nuevo auguro

Y el pasado escucha mi llamado como un alarido
Y de la nada aparece el primer amor dormido
Pero también viene acompañado del primer amor perdido

De retazos y trocitos

Me pregunto yo por qué hoy lo ha decidido
“Que de casualidades está hecho el destino”
Me digo mientras en mi interior suspiro

Sólo un breve instante han aparecido
Que dos de mis amores me han desprendido
De algo que ahora ha de ser comprendido

Entonces queda uno hecho trocitos
Queda uno envuelto en un retazo
Entiende uno que en un muñeco de trapo se ha transformado

viernes, 18 de abril de 2014

Duele


Duele, duele adentro, duele dónde no pueden llegar las vendas ni los ungüentos, duele más adentro del alma, duele incluso hasta en el ayer

Duele hasta mañana, duele en cada rincón del ser, le duele a mi reflejo en el espejo, le duele al niño que habitaba en mí...

Le duele a mi futuro y le duele a mis sueños, le duele a mis alas y le duele a mi pecho...le duele a cada nota que suena

Duele lento, duele fuerte y duele profundo; Incluso duele que duela, y me duele eso. Duele pero no sangra, como una señal que dice que debe llevarse dentro

Le duele a mi sentir, le duele a mi clavel y le duele a mi pincel…Me duele en las manos, me duele en las piernas, me duele en las fibras

Me duele porque se fue, me duele porque no estoy, y me duele porque ya no quiero ser; me duele porque me duele.

Y llueve, llueve y duele, porque es pasión, porque es padecer, porque esa lluvia la odie, porque nunca mi piel así mojé y lloré cuando no los encontré

Y vuelve a doler, porque el tiempo pasa y yo me echo de menos, porque nunca me encontré, porque cada vez que me necesité me fallé

Me duele porque nunca nadie me va a entender…Y me duele que esto nadie lo va a saber, que mi viento, mi vuelo y mi fé no van a volver

No es poesía, ni lo pretende ser, es sólo un frágil niño gritando lo que tanto guardó sin querer; porque entre el cielo y él quedaron muchas cosas sin resolver



Y me duele…Porque también sé que siempre me va a doler

jueves, 10 de abril de 2014

Utopía

Aprendí del mejor que la utopía sirve para caminar, para dar 5 pasos hacía el horizonte, para dar 5 pasos después. Ha sido tal vez la enseñanza más importante en mucho tiempo, porque ahora necesito caminar

No sé cuánto tiempo ha pasado desde que le escribí la última carta, no sé cuál fue la última vez que pregunté cómo es Estados Unidos, ni siquiera el último día que estuve a gusto con mis amistades; no recuerdo la última conversación fluida y casual en el trabajo, ni el día en que cedí una silla en el transporte público, tampoco recuerdo la última vez que dije “Mucho gusto” en mi lugar de estudios, o que miré el la hora sin sentirme afanado, últimamente como que todo se trata de gastar el reloj.

Sólo así se aprende a caminar

¿Cuándo fue la última vez que caminaste despacio? ¿Cuándo dibujaste una sonrisa amable? Muchos afuera se pueden jactar de hacer sonreír a 2 personas en un día…Yo soy genial porque hago llorar a 2 en una noche, me compadezco. ¿Cuántas veces seguiré mirando al de al lado mientras sonríe y me preguntaré ‘Qué le pasa’? ¿Cuándo dejaré de arrepentirme por dejar pasar una oportunidad? O simplemente… ¿Cuándo dejaré de odiar al que si la aprovechó?... ¿Dejaré de odiar el misterio de hacer preguntas que no tienen respuesta o que no muestran un interés por revelarse? ¿Será que exijo demasiado por esperar una respuesta? ¿O es una cuestión de intención y madurez? ¿Volveré a la realidad o perderé mi sentido  del oído a causa de huir 6 horas de ella? Ya he perdido bastante.

Mi fuerza de voluntad dice que debo caminar, mi instinto animal dice que me quede, que el placer del momento justifica los más equívocos actos de pasión, sin embargo el corazón sabe lo que realmente necesita, yo mientras tanto me calló, recordando que a veces es más cómodo engañarse, y con la ilusión de que, al igual que en los deseos de cosas imposibles, la razón esté por encima del corazón.

Mientras tanto sigámonos llenando de cosas banales, sigamos contemplando el esférico sobre el césped y finjamos que todo está bien; pensemos que si compro una cuchara de plástico podré cavar hasta China y empezar una nueva vida mientras el tipo de al lado sonríe continuamente por la ilusión de un nuevo reto y yo lo envidio por su carisma infinito. Y sigamos con una máscara de teatro, esa que te ayuda a buscar palabras forzadas para subirle el ánimo a quien ha tropezado, aunque esa persona llena de tanta luz sea capaz de ver a través de esos muros y perciba todo ese odio que cargas.

Algún día dejarás de caminar, observarás lo recorrido cuando vuelvas, y dirás que es bello el camino a casa.


Algún día…

jueves, 3 de abril de 2014

Imagina, Siente, Recuerda, Piensa.


Imagina que vuelves a conversar tomando un café;
Imagina que te escuchan; que hay sinceridad en cada palabra
Imagina que caminas acompañado;
Imagina que no buscas tomar su mano, que caminas sonriendo
Imagina que escuchas ese nuevo cd en la discotienda;
Imagina que cada nota te hace cómplice de la chica de en frente

Siente que vas rumbo al trabajo;
Siente que buscas ese color de cabello que rompe la rutina
Siente las burbujas del vino en tu boca;
Siente como tus sentidos se contraen mientras lo sostienes en tu lengua
Siente el conteo regresivo para el inicio de tu concierto favorito;
Siente la adrenalina que recorrió tu cuerpo en ese instante

Recuerda tu última llegada al trabajo;
Recuerda a las personas que se cruzaron contigo y sonrieron antes de que llegaras
Recuerda la última vez que estuviste en un salón a solas;
Recuerda el silencio tan especial de ese momento
Recuerda el día en que dijiste: “Siento que puede haber algo más”;
Recuerda tu sensación al escuchar: “También siento que puede haber algo más”

Piensa en el último libro que leíste;
Piensa en las enseñanzas que te dejó
Piensa en tus propósitos de año nuevo;
Piensa si estás más cerca o más lejos de cumplirlos
Piensa en el último regalo que diste;
Piensa en la expresión de esa persona al recibirlo


Imagina, siente, recuerda, piensa.