jueves, 26 de octubre de 2017

MEMORIAS: EL CLUB DE LAS 5 (1)


PARTE 1

Al redactar estas memorias lo primero que tengo que mencionarte a ti querido lector, cuando hago referencia al “Club de las 5”, es que está formado por principalmente por mujeres que se han elevado en mi vida al exclusivo status de “trauma”, más precisamente, “trauma en el plano amoroso”. Se trata de mujeres por quienes he llegado a sentir mucho más que un simple gusto (entendiendo pues que en temas amorosos hay diferentes escalas, que podrían ser tipo: Atracción >> gusto >> traga >> enamoramiento >> trauma) si, creo que ese puede ser el debido proceso para este escrito, el ránking de rango emocional en la vida de este viejo hombre.


Otra cosa que funciona a modo de introducción, no sé si de confesión también –Llega un punto en el que al hacer esto, escribir para ti, no sabe uno dónde está la delgada línea entre contar una historia, confesarme a mí mismo o hacer catarsis– es que yo mismo me consideré siempre una persona empoderada de mi sexualidad, y por ello mismo, pude ser ‘de gusto fácil’, es decir, el 99% de las mujeres del mundo podrían gustarme, creo que esto lo notarás en más alguna ocasión mientras lees estas memorias entregadas por partes. Siento que cada ser humano tiene algo que le hace especialmente atractivo, en algún sentido, algo similar a los tipos de inteligencia propuesto en el 83’ por Howard Gardner (Inteligencia lingüística, lógico matemática, espacial, musical, corporal, blablablá), cada mujer, tiene algo que le hace atractiva. Pueden ser un imán para mí por su inteligencia, por su físico, por su carácter, por su ego, su aura, por sus gustos. Por mil cosas.

Por último, decir que si bien hay un llamado “Club de las 5”, no son solamente 5 las que han ocasionado un trauma o que son dignas de plasmarse en una historia. Son ya años y años de vida mía, lo que presume de estar llena de musas, de romances cortos, de enamoramientos imposibles, de historias de 1 o 2 noches, reencuentros, e historias casuales y cotidianas, tanto es así, que antes de iniciar este texto me vi en la obligación de revisar mis antecedentes minuciosamente con el fin de no pasar por alto a quien merezca estar en este grupo, y al hacer esta revisión, me he dado cuenta que si hay mujeres que no han entrado, fue porque pegaron en el palo, disculparás la comparación con uno de mis deportes favoritos, se quedaron ahí, a puertas de entrar, como en el fútbol, y me obligaron a gritar “UUUUHHH” como grita una tribuna al ver que pasaron tan cerca de la meta, merecerán una mención de honor en algún otro texto, si en este que produzco mirando al pasado no tienen cabida. Ahora que empiezo a perder la capacidad de contener el tamaño de las lagunas blancas de mis recuerdos es necesario plasmarles aquí. También es relevante convenir que si bien tratamos de un trauma en el plano amoroso, habrá alguna que vaya incluso más allá, y alguna otra que a lo mejor no te parezca encajar como trauma amoroso, sino como amor y ya.

Sin más, bienvenido al club de las 5.


K


MENCIÓN DE HONOR PARA LA FUNDADORA:


Al igual que las grandes escuelas, llámese Howgarts si le viene en gana, las grandes empresas, obras arquitectónicas de talla mundial, corporaciones multinacionales, las distintas revoluciones que ha vivido la humanidad y la mayoría de cosas: Todo empezó con alguien, con 1 persona que dio el primer paso, y si bien tiene el honor de ser la fundadora, no necesariamente es quien deba ser la número 1 de este club. Sin embargo, merece su mención honorífica, una mujer llamada K, de quien me enamoré a mis 10 años, si es que uno a los 10 años se enamora. Una chica de mi colegio, que estaba en mi mismo curso en 5to grado, con su cabello entre rubio y castaño, su piel ni muy blanca ni morena, su cuerpo delgado y alto y todavía sin indicios de pubertad. Me jode no tener ninguna fotografía de ella. Todavía me encuentro en algunos días buscándole en los obituarios de los diarios. Es un amor que tengo totalmente perdido. Se perdió de mi vida porque primero, al empezar el bachillerato nos cambiaron de curso, y para séptimo ya no estaba en el colegio. De hecho nunca hubo una amistad ni nada, era muy idiota en esa época para hablarle a una niña, así que lo único que tengo como recuerdo de ella, es de una vez que me agarró la mano por accidente al confundirme con alguien más (Lógicamente ese día juré nunca más bañarme la mano, quien sabe cuántas horas duró ese ‘nunca más’) Y… Mi otro recuerdo va de una ceremonia que se hizo en mi colegio y quedó grabada en VHS, ella queda en algún plano de la filmación, y pues eso, durante un par de años puse una y otra vez ese VHS al menos 1 vez por semana para verla y recordarla, también para manosearme, pues tengo presente que esa cosa del diablo llegó a mi vida  a los 11 años.


Entonces eso, la primer miembro de este club es mi primer amor de colegio, mi primer amor, mi primer fracaso amoroso. Sin embargo, ella no contará dentro de la lista de 5 miembros que tengo presente.