jueves, 20 de julio de 2017

A Reyes


Yo estaba advertido, desde que Reyes hizo lo que hizo. Que los que nacimos peones nos quedamos peones.

Siempre aspiró alto, buscó desde un principio el cielo y la mejor vista, con ella era siempre un vaivén en la palma de su mano.

Acostumbrada estaba a quien un castillo le brindaba.

Nosotros los peones no podemos ofrecer ni siquiera una Torre.

Nuestro caminar no se equipara al fino cabalgar de otros mayores.

El peón es dependiente, el peón nunca puede llegar lejos en solitario.

Yo a Reyes la vi Reina.

Reyes hacía que a mis días negros le siguieran días blancos.

También hacía que mis días blancos terminaran negros.

Yo a Reyes la vi Reina.

Pero Reyes me vio como lo que yo soy.

Un simple peón.


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