jueves, 21 de abril de 2011

Máscaras y prejuicios

Solo la vi durante unos segundos; tal vez 1 minuto, por mucho 2…Sin embargo ese sentimiento que reflejaba me tiene atrapado hasta el día de hoy; se trataba de una joven, sola, en medio de la nada, rodeada de lo que la poesía ha dado a entender como presencia de sombras, maldad, o depresión. Rodeada de oscuridad.

“La sombras otra vez lento la despiertan…Quiere gritar, quiere llorar”
Cicatriz – Nadha

Expuesta a los peligros que dominan la ciudad cerca de la media noche, y con la complicidad de los transeúntes, quienes por naturaleza huyen cuando alguien no está bien, esta mujer se atrevió a expresar lo que muchos de nosotros callamos.

Y es que hay algo que me atrevo a afirmar, y es que como adolescentes nosotros somos los más emocionales; sin embargo, la mayoría de nuestras emociones se ven reprimidas y maquilladas para que el equipo o grupo de turno con el que convivimos se sienta a gusto con una falsa fortaleza, con una máscara de aquello que quieren que seamos.

“A veces de noche, enciendo la luz para no ver mi propia oscuridad”
Antonio Porchia

La incertidumbre por saber que pudo suceder con esa chica de alguna forma abrió ese baúl lleno de, irónicamente, vacíos emocionales e inconformismo. Pude comprender que eso era algo que necesitaba, hacer lo mismo que ella, exponer todo aquello que ha sido reprimido, y no para ser el centro de atención, sino para demostrar que no usaré una máscara frente a los demás

“¿A quién le importa el otro? ¿A quién le importas tú? Si en este puto mundo todos cargan con su cruz” 
Ven – Sobrevive

No es una cuestión de odiar al que utiliza una máscara y vive de una apariencia, se trata de imponer y dejar claro que tus sentimientos y tus emociones son más fuertes que los prejuicios, miedos y mentiras de la sociedad.

3 comentarios:

  1. Me dejo con la intriga de la chica que ignoran los transeuntes ... :3.!!! que le pasaria?

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  2. Buena alejo, muy bueno como lo escribes a como lo contaste :D

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