miércoles, 27 de noviembre de 2013

Hanami

Gracias por leer mis cartas, cada respuesta que diste me hizo feliz.


Patrick y Rachel contemplaban un curioso árbol de Sakuras; cuyas flores florecieron en plena primavera… Las personas a su alrededor pasaban como estrellas fugaces, tan fugaces como el momento que vivían; sus vidas les permitieron coincidir, pues entre viajes de negocios y días de júbilo no imaginaron que volverían a encontrarse hasta que llegaron a ese puente y cruzaron sus caminos la noche anterior…



Aquí estamos de nuevo Patrick; no pensé que volvería a verte, menos ahora, en un país tan ‘lejano’
- Mi trabajo me trajo aquí, el director de una compañía proveedora me pidió que dé una conferencia a su equipo de trabajo; como te dije anoche, llevo 2 días aquí, hospedado en el hotel…Llegué cansado el miércoles en la noche y la primera reunión fue muy temprano, apenas he podido disfrutarlo tomando un par de fotografías. En cambio tú Rachel…Se te nota en la sonrisa, tienes ganas de quedarte.
Es diferente cuando vienes de vacaciones Pat, todo es realmente hermoso aquí, además la próxima semana habrán celebraciones por festividades, deberías hacer un esfuerzo y quedarte, ¡déjame ser tu anfitriona! Como en los viejos tiempos querido. Prepararemos un poco de comida y conversaremos recordando como éramos antes, puedo tener un poco de Sake para ti, sé que te gusta ¿O dejaste de tomarlo y no me dijiste?
- Claro que lo sigo tomando, ocasionalmente claro está, si lo hubiese dejado te habría dicho en alguna de esas cartas que te envié, y ya hasta extraño hacerlo…Pero está bien, aceptaré tu invitación, pero eso si Rachel, ¡Me dejas subir a la cama con zapatos!
¡No!  ¡¡Ya no somos niños Patrick!! ¡Ni zapatos ni comida en la cama!  Bueno…Tal vez los zapatos ¿O la comida? ¿O zapatos y comida?  Si ves ¿Por qué me molestas?
- ¡Ja! Porque para mí siempre serás esa pequeña niña que hacía malabares y le gustaba escuchar cuentos antes de dormir…
¿La que cantaba y escribía historias románticas?
- Esa Rachel


* Gotas de agua, la luz en el farol de enfrente, el sonido de la catedral y el silencio de las mesas de ajedrez indicaron que el día había terminado, pero el compromiso estaba pactado; se verían luego en la morada de Rachel; pasando la plazoleta amarilla, frente a la callejuela *


Días más tarde…

Rachel viste un kimono rojo, y su cabello suelto…Trató de pasar por natural ante su invitado, pero el cuidado en su cabello la delataba, la emocionaba compartir esa festividad;  Mientras tanto, Patrick acude a su cita con un suéter azul oscuro tejido a mano por su abuela, su favorito…No entiende por qué se pone nervioso al tocar la puerta, pero el latido en su pecho se acelera al esperar que Rachel se asome tras la puerta.

Llegaste a tiempo Pat, bienvenido; déjame ayudarte con tu maletín, ponte cómodo
- Gracias Rach, te ves muy bonita *Patrick se perdió en el traje de Rachel, que combinaba con el fondo de las paredes de la sala de estar* Traje unos malvaviscos que vi de camino
Siempre tan atento el caballero Patrick *Su tono de burla sonrojó al invitado* ¿Cómo termino la conferencia? 
- Bastante bien, el grupo reaccionó bien a cada actividad que propuse, sentí la unión y la comunión entre los equipos conformados al finalizar la jornada.
Fue un gran día entonces, ven…Mereces un masaje, déjame servir un poco de Sake para brindar un logro más
- ¡Bien! Realmente lo necesito, mira como está mi cuello, seguro que tus manos harán sentir mejor
¿Sólo mis manos…? *Entregó con una mirada sugestiva la pequeña copa a Patrick*
- Brindemos…Porque aquellos días en que el miedo a salir de nuestra zona de confort y las inseguridades que nos deparaba el futuro quedaron atrás.
Y por la posibilidad de empezar ésta noche como termino el día en que nos prometimos superar esos miedos…



* ¿Cómo término aquel día? Bueno…Parece que eso sólo lo saben Rachel y Patrick.

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