Colombiano Promedio

Dure casi año y medio (Exactamente 17 meses y 1 semana) desempleado…Sintiéndome un colombiano más, uno del montón, de esos que solo contribuyen a la estadística, aun cuando no sabía si realmente formaba parte de alguna, pues nunca me encuestaron los del DANE, para nada.

No sabía si formaba parte de los desempleados, o si formaba parte de la estadística estudiantil universitaria, pues, según entiendo, si usted estudia, es porque no busca trabajo o no lo necesita, por ahí va la cosa, así que, quedamos a la deriva, sin saber de qué estadística formamos parte, sin saber a cuál ‘equipo’ debemos apoyar, sin saber cuál cántico debemos gritar, si el de desempleo o el de educación.

Y de repente llegó, luego de mil entrevistas laborales, conseguí empleo; pensé que dejaría de ser el relleno, que era mi hora, que iba a ser grande, que dejaría de ser un colombiano promedio…Y efectivamente, así fue.

Pasé de ser un colombiano promedio (desempleado)  para ser un colombiano promedio (empleado)  De esos que día a día se van a ‘camellar’ (Léalo como ‘trabajar arduamente’ lector extranjero) para salir adelante, de los que sueñan con un aumento de sueldo, y eso que solo llevo 20 días trabajando…De los que quieren ser jefes, para ver si dejo de ser ‘uno más’. De esos que quieren dejar el almuerzo ejecutivo a $6.000 para comer ‘a la carta’…

¡Pero no! cada tarde me enfrento a la misma realidad, esa que me grita de frente que sigo siendo un colombiano promedio, ya que todas las conversaciones durante la hora de almuerzo en mi trabajo empiezan con:

- "Miren que esta mañana en Transmilenio"
- "Es que anoche en 'Yo me llamo'..."

Supuse que eso podía ser normal, claro, engañándome a mí mismo, pues un colombiano que no sea promedio tendrá Telmex y no verá ‘Yo me Llamo’ cada noche…Aunque, en mi casa, si tuviera Telmex nada cambiaría, porque el que tendría cable sería yo, y mi mamá estaría encantada viendo ‘Yo me llamo’ en mi habitación.

El verdadero problema apareció cuando escuche a una de mis compañeras decir:

“Es que yo moriría por ser una de las bailarinas que hacen coreografía en el escenario con Giovanny Ayala”   (Supongo que ese puede ser el sueño de una colombiana promedio)

Tuve que omitir el ‘tic nervioso’ que me retorcía, limitarme a seguir lavando mi estuche del almuerzo (Si, llevo mi almuerzo en un platico y lo caliento 2 minutos en un microondas comunitario junto a mis 20 compañeros del área de operaciones de la empresa, después toca que lavar todo, hay que ser educado) y volver a mi puesto de trabajo, para seguir ‘camellando’.

Y lo peor de todo…Sigo sin saber si hago parte de la estadística de colombianos empleados…O la de estudiantes universitarios…Ahora, si me permiten, me retiro, pues quiero ver a Shakira y Arjona en ‘Yo me llamo’.