sábado, 24 de septiembre de 2011

Esos Recuerdos...

Siempre hemos dicho que la experiencia debe servir para mirar hacia adelante, para corregir los errores y reforzar las virtudes, que el pasado debe ser eso “El pasado”, que las anécdotas deben convertirse en buenos recuerdos, y que de todo eso, siempre debemos tomar lo mejor para que sean nuestros cuentos y nuestras historias.

Sin embargo muchas veces no es así, y esos fantasmas se niegan a desaparecer, cargándose con su presencia nuestra confianza y nuestra autoestima…Recorren cada esquina de nuestros pensamientos, susurrando que no serán nuestros amigos, que juzgarán cada una de nuestras acciones, y advirtiendo que no están dispuestos a cerrar ese antiguo capítulo.

Conocen nuestra debilidad, y por eso se valen de nuestra necesidad para crear una tentación…La tentación del regreso, de dar un paso atrás, pero nunca nos dicen ‘para qué’ dar ese paso, y con ello limitan nuestra fe, se alimentan de nuestras dudas, y nosotros somos permisivos con ellos, como una madre que permite alguna travesura de su hijo.

Los recuerdos y el pasado también planean el momento de su regreso, para probar la fuerza y la voluntad de nuestro presente, juegan a regresar cuando mejor estemos, se ríen de sus aciertos y los destrozos que causan, y en algunas ocasiones (Solo en algunas) se van engañados creyendo que lo han hecho, cuando terminaron ayudándonos a evitar un error, pero con el acierto de abrir de nuevo esa herida cicatrizada.

Se convierten en signos de puntuación para nuestros pensamientos, pagan el alquiler permanente del baúl de momentos congelados en nuestra memoria, comparten nuestras anécdotas con la almohada…Y en el peor de los casos, nunca nos ofrecerán una explicación

2 comentarios:

  1. (Y) buen escrito!! Muchos éxitos Alejo. att Michael Salcedo M.

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  2. Caray mi Alejo, cada día me sorprendes otro poco y tus escritos me llegan un poco más al corazón. Esta publicación, sin desmeritar las anteriores, me fascino!!

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