Tomé el nuevo álbum de Adam Wilde, abrí el
cancionero y lo dejé sonar en el reproductor con el volumen adecuado en la
comodidad de mí habitación; se trata de su segundo trabajo discográfico en
solitario luego de dejar los Shooting Star y empezar su carrera como solista;
es un artista que sigo desde sus inicios en la banda que crecí escuchando cada
día. El álbum se llama ‘Catarsis’, incluye 12 canciones, y algún presentimiento
me dice que en este cd encontraré esa dosis de vida que siempre he recibido tan
bien de él; quiero creer que al final del disco seguiré en pie.
Los 2 primeros temas, titulados “Visitante inesperado” y “Arrullo
de luna” pasmaron mis sentidos, mis párpados temblaban, mis manos se sintieron frágiles; cada línea, cada nota musical
evocaba el recuerdo de Vivian; a quien conocí sorpresivamente al escucharla
gritar en una exposición de mi escultor favorito, supe que había algo especial en
ella, no supe si se trataba de su cabello liso, quizá su atuendo despreocupado,
o su libertad al demostrar su emoción en un museo…No sé qué, ni como sucedió
después, creo que en el amor la vida siempre ha sido así, te golpea instantáneamente;
te congela en el tiempo, y cuando recobras tus sentidos, estás al lado de tu
pareja, sin una explicación, sin nada.
De la forma en que Vivian y yo nos
conquistamos puedo decir que estuvo cargada de mensajes a la media noche, de
sonrisas cómplices y del claro de la luna entrando por nuestras ventanas; es
por eso que el coro de la segunda pista hace que de mis ojos brote una lágrima
que no consigo definir si es de nostalgia o tristeza:
♫ Atraviesas el sendero del
bosque
en mis sueños regresas cada noche
si antes de perderte pudiese detenerte
del arrullo de la luna no volvería a despertar…a despertar ♫
en mis sueños regresas cada noche
si antes de perderte pudiese detenerte
del arrullo de la luna no volvería a despertar…a despertar ♫
Intento secar mi lágrima, recomponer mi
postura y mantenerme firme mientras suena el solo de guitarra de “El baúl” (Canción número 4); ojeo rápidamente las
fotografías de Vivian que cuelgan en mi pared con tantos otros recuerdos…
Detengo mis ojos en la esquina superior derecha, su sonrisa traviesa y su blusa
roja combinan perfectamente con el color de la carta que me escribió en nuestro
primer aniversario, donde me prometía recorrer el mundo a mi lado, conocer
disneyland y otros lugares donde la magia es inigualable y donde los niños son
jóvenes eternamente… Es entonces cuando la voz de Adam regresa para finalizar
con un coro impetuoso la única canción del álbum interpretada a dueto:
♫ No vuelvas (No vuelvas
hoy)
en mi baúl quedó consagrada aquella flor (Sagrada flor)
mi pasado conserva los motivos de un tardío adiós (El adiós que nunca quise darte yo)
que yo a tu lado quiero llenarlo de un recuerdo mejor (Es mi baúl eso que tanto amo yo)
la flor que me diste tú la guardo en mi baúl ♫
en mi baúl quedó consagrada aquella flor (Sagrada flor)
mi pasado conserva los motivos de un tardío adiós (El adiós que nunca quise darte yo)
que yo a tu lado quiero llenarlo de un recuerdo mejor (Es mi baúl eso que tanto amo yo)
la flor que me diste tú la guardo en mi baúl ♫
El sabor de la gota que roza mi labio se
acompaña de mi risa irónica; A Vivian la llevo tatuada en el alma, en mis
sueños, en mi inspiración y en mi rutina, no puedo simplemente encerrarla en un
viejo cajón con la promesa de no volver a abrirle. ¡Cantautor idiota! ¿Qué
sabes tú de mi vida y por qué cada palabra tuya me revela sin permitirme
protegerme ni esconderme? ¿Cómo puedes enterrar en el pasado a alguien tan
importante?
Paso las páginas, y la fotografía de Adam
recostado en lo alto del puente con su gabán negro y sus lentes de sol es el preámbulo
perfecto de la pista 7 “Fantasmas (El puente)”; en el librillo se le ve
pensativo, observando al vacío…Observando cómo si se revela ante él la verdad…Como
se me reveló a mí al descubrir los labios de Vivian besando a alguien más, sus
brazos rodeando apasionadamente el cuello de un misterioso hombre cuya figura
no me permití distinguir plenamente
♫ Prefería no venir, prefería no vivir
si a través de la niebla que cubría el puente te hubiera visto
habría elegido saltar y no vivir
habría elegido saltar y no vivir
porque los fantasmas no vivirían dentro de mi ♫
♫ Prefería no venir, prefería no vivir
si a través de la niebla que cubría el puente te hubiera visto
habría elegido saltar y no vivir
habría elegido saltar y no vivir
porque los fantasmas no vivirían dentro de mi ♫
Y comenzó a asfixiarme |
Mi garganta estaba saturada, eran inútiles
mis esfuerzos por retener mis sollozos, el chillido de mi frustración se colaba
en mis dientes de forma entrecortada, mis puños apretaban con fuerza el
estúpido cancionero, que no es más que un espejo reflejando mi pasado, mi
historia y el dolor que he sufrido… Y ese otro fue quien pagó las consecuencias:
El espejo, porque luego de arrojar al suelo mis figuras coleccionables por mi ira,
lo rompí estrellando en él lo primero que pude agarrar en mi mano.
Uno de los fragmentos me hizo un corte en
mi mano izquierda y sin embargo no sentí dolor, los fragmentos superiores se
mantuvieron anclados al marco, pero ya no reflejaban mi rostro, sólo podía
verme dividido en 3 o 4 de esos que habían caído. ¿Este soy yo ahora? ¿Alguien
internamente quebrantado? ¿Cómo podría juntar mi alma nuevamente?... El
silencio se adueño de la habitación, había terminado la séptima canción.
Me encuentro ahora tumbado en mi cama, aprieto una venda con mi mano derecha, la izquierda sostiene el papel que me permite leer la obra que adquirí; La página se encuentra en blanco, solamente se dibuja en ella el brazo de Adam colgando un cartucho en una lápida, suena una balada, la pista 10: “Flores en el altar” y ya no puedo llorar más, mis ojos arden, solo puedo maquillarme una sonrisa amable al evocar la partida de Vivian.
Me encuentro ahora tumbado en mi cama, aprieto una venda con mi mano derecha, la izquierda sostiene el papel que me permite leer la obra que adquirí; La página se encuentra en blanco, solamente se dibuja en ella el brazo de Adam colgando un cartucho en una lápida, suena una balada, la pista 10: “Flores en el altar” y ya no puedo llorar más, mis ojos arden, solo puedo maquillarme una sonrisa amable al evocar la partida de Vivian.
♫ El plumaje ha cubierto tu
rostro
soy yo quien cumplirá ahora tus sueños
dirígete a la inmensidad, a la luz y a la verdad
vuela ahora, vuela ahora, vuela ahora
cuando tenga mis alas volaré allá ♫
soy yo quien cumplirá ahora tus sueños
dirígete a la inmensidad, a la luz y a la verdad
vuela ahora, vuela ahora, vuela ahora
cuando tenga mis alas volaré allá ♫
Vivian se ha ido, partió sin que la vida
nos permitiera eso que algunos llaman oportunidad, partió a convertirse en el
claro de la luna que nos unió, no sabré nunca si como luna me cobijará en su
arrullo; no conoceré nunca sus motivos ni sus verdaderos sentimientos hacia mí…
De haberlos sabido, ¿Podría haber creído en ella? ¿Podría ser nuevamente su
amor sincero? ¿Mis fragmentos se habrían unido?; He cerrado mis párpados, todos
mis músculos se encuentran relajados, el aire va pero no vuelve, mis sentidos
se ofuscan… Suena el último tema del disco, “Los niños
que anuncian el futuro”. Canción número 12.
♫ Volverá la vida cuando
menos la esperes
cuando la esperanza se haya ido, cuando se haya ido al mas allá
cuando aparezca frente a ti volverás a empezar
tu primer amor y tu amor actual se unirán
y volverá, volverá a empezar
volverá…tu amor volverá ♫
cuando la esperanza se haya ido, cuando se haya ido al mas allá
cuando aparezca frente a ti volverás a empezar
tu primer amor y tu amor actual se unirán
y volverá, volverá a empezar
volverá…tu amor volverá ♫
Al final resultó ser verdad… No pude
sobrevivir después de 12 canciones.
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