Cerré los ojos y giré,
hubo tranquilidad por un momento…En la brisa sentí su presencia, me tomó del
cuello por la espalda, y me llenó.
Sus brazos se
extendieron con fuerza sobre mí, se apoyó y dejó caer su cabello…Su aroma me
recordó aquel momento, en el que lleno valor aposté por mí, y me atreví a
tomarla, me enseño sus manos, esas, que alguna vez la avergonzaron y no quiso
mostrarme, pero que me demostraban que era real, que esta vez no era un sueño…Que
estaba a mi lado y que vivía mi realidad…Ella, quien cultivo la rosa más
hermosa que alguna vez sostuve, ella, a quien sus miedos e inseguridades nunca
le borraron su sonrisa, era ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario