martes, 26 de julio de 2011

Esa canción

La música tiene ese don de expresar todo lo que, incluso nosotros, no hemos podido descifrar…Por eso la respetamos tanto y admiramos a aquellos artistas que las componen e interpretan, pues con sus letras y melodías nos llenan de sentimiento y, muchas veces, nos guían y le dan un sentido a nuestra vida.

De allí que siempre dediquemos una canción especial a un ser querido, que sonriamos cada vez que nuestro reproductor nos consiente con uno de nuestros temas favoritos…Que nos llenemos de nostalgia cuando algunas letras nos recuerden una historia de nuestra vida o que simplemente nos perdamos entre notas mientras deambulamos por la ciudad.

Y dedique canciones:

Dedicar una canción es congelar un momento, es envolverlo en recuerdos que jamás olvidaremos (Piensa en algún tema que te hayan dedicado, deja que suene…Y recordarás ese momento)  Es dejar una marca en nuestro baúl de los recuerdos, cuya llave puede encontrarnos cada vez que el tiempo y el destino plazcan…Pero: ¿Si dedicamos canciones, si entregamos todo y no funciona?  Me ha pasado, dedique una de mis canciones favoritas, una muy especial, y la vida se encargó de encerrar mi nostalgia en 4 minutos de sentimiento, en los cuales recorro por completo la montaña rusa de mis emociones, cuyas subidas y bajadas son tan drásticas que solo me convierten en una marioneta a merced de un indiferente titiritero.

Luego…Volví a hacerlo; y, con la lógica de que “Entre más alta sea la expectativa, más duro será el golpe” en mi contra, me estrelle…Dirá mi conciencia que es el pago a mis errores del pasado (Eso ya son solo cuentos)  Pero; Esta vez no pague solo yo, pago una canción, pago quien no debía hacerlo…

Desde entonces he pensado en no volver a dedicar canciones, muchos dicen que una canción dedicada, a futuro, es una canción arruinada…Tienen razón

3 comentarios:

  1. Umm esas canciones dedicadas, en mi caso demaciadas, llege incluso a crearle grupos en el facebook para dedicarle canciones a diario a alguien, no creo que se aruinen, ahora en vez de alegrarnos quiza nos deprimen, pero de vez en cuando una lagrima no viene mal y mas si es por un echo pasado que alli se quedara y no por algo del presente.

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  2. Sin palabras! Nadie habría podido decirlo mejor!!

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